Con motivo del «Día Internacional de la Mujer» entrevistamos a Rocío G. Ybarra, Socia Fundadora de Taykus.
Desde sus primeros pasos en el prestigioso Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), nuestra protagonista ha estado forjando un camino audaz en el mundo de la tecnología. Su historia es una oda a la determinación y la pasión por la innovación, comenzando en el fascinante campo de la teledetección y el análisis de datos satelitales.
Con una sólida formación en Ingeniería Informática, Rocío se sumergió en proyectos pioneros que sentaron las bases de su especialización. Su periplo la llevó al Ministerio del Interior, donde contribuyó al análisis de datos satelitales para aplicaciones relacionadas con la seguridad y la gestión de emergencias. Esta experiencia no solo amplió su conocimiento técnico, sino que también le proporcionó una comprensión invaluable de la utilidad práctica de la información derivada de satélites en contextos gubernamentales.
Sin conformarse con los logros alcanzados, continuó su ascenso en el Instituto Nacional de Técnica Aeroespacial (INTA), donde desempeñó un papel crucial en el análisis avanzado de datos satelitales en el departamento de observación de la Tierra.
Pero su verdadero salto al vacío llegó cuando decidió apostar, integrándose a un equipo de apenas dos personas, los fundadores, por una startup en sus etapas iniciales, convertida a día de hoy en una App conocida a nivel mundial y con un valor de varios cientos de millones. Esta decisión, aunque arriesgada, le ofreció la oportunidad de ser una arquitecta desde los cimientos de la empresa, no solo aplicando sus habilidades tecnológicas, sino también participando activamente en la toma de decisiones estratégicas.
¿A qué te dedicas en la actualidad?
En la actualidad, me encuentro inmersa en un proyecto sumamente ambicioso junto a mi socio Sergio Servert. Esta iniciativa abarca varias startups, todas ellas enfocadas al mundo de las reservas. Entre estas startups, destaca Taykus, una plataforma que acabamos de lanzar para la gestión de reservas de centros deportivos vinculados al mundo de la raqueta.
Este proyecto integral se centra en optimizar y revolucionar el ámbito de las reservas, ofreciendo soluciones innovadoras y unificadas. Estoy comprometida con la visión de crear soluciones impactantes que transformen la experiencia de reserva en diferentes sectores.
¿En qué momento decidiste decantarte por estos estudios?
Pues fue gracias a un juego de ordenador al que jugué por primera vez cuando tenía 9 años. «Prince of Persia» era el juego en cuestión, y lo jugué en MS-DOS en el ordenador de un vecino. Todavía recuerdo esa sensación de haberme quedado completamente cautivada y sólo querer volver a la casa de mi vecino a jugar (en aquella época tener un ordenador no estaba al alcance de casi nadie). Desde entonces siempre tuve claro que me fascinaba la tecnología.
Fue en el curso de acceso a la Universidad donde descubrí cuál sería mi camino. Después de obtener matrícula de honor, tomé la decisión de perseguir mi sueño de estudiar ingeniería informática. Este hito marcó el comienzo de una trayectoria académica y profesional que ha estado impulsada por la misma pasión que experimenté aquel día, cuando solo tenía 9 años.
¿Tuviste alguna mujer referente en la que reflejarte?
Bueno, están las grandes, había pocas, pero las había, entre ellas, Margaret Hamilton, pues su liderazgo fue fundamental para el éxito de las misiones lunares, como el Apolo XI, el primer aterrizaje humano lunar. Es conocida por ser “la primera ingeniera de software”
En tu carrera profesional, ¿has echado de menos a otras mujeres, o, has notado que tu condición de mujer fuera determinante para algo?
A nivel académico, nunca enfrenté obstáculos por ser mujer, ya que, en el ámbito de la programación, los desafíos se centran en la habilidad y el rendimiento, y los resultados hablan por sí mismos.
En el plano laboral, exceptuando algunas situaciones aisladas, he desarrollado mi Carrera en un entorno donde el crecimiento y la valoración profesional no están determinados por el género. Para mí, la clave para ser respetada y reconocida ha sido demostrar habilidades y dedicación, aspectos que trascienden las barreras del género. La igualdad y el respeto son logros que se construyen mediante el mérito y la actitud, independientemente de si se es de un género u otro.
La importancia de elegir colaboradores laborales respetuosos y la necesidad de abogar por la igualdad, son aspectos que he buscado y valorado a lo largo de mi carrera.
¿Qué les diría a las niñas y mujeres que están decidiendo su futuro profesional y que piensan que la ciencia y la tecnología no son para ellas?
Cada vez más, las mujeres están liderando proyectos innovadores, contribuyendo a descubrimientos científicos y dejando su huella en la tecnología.
Les diría que no permitan que las percepciones limitadas les impidan explorar sus pasiones como les ha ocurrido en innumerables ocasiones a muchas mujeres. La ciencia y la tecnología son terrenos fértiles para el crecimiento personal y profesional.
También les diría que no duden en perseguir sus sueños y desafiar cualquier barrera autoimpuesta o externa.
El futuro de la ciencia y la tecnología será más brillante con la participación plena y diversa de todas las mentes talentosas, sin importar su género.