En 2024, términos como ransomware, phishing o troyano no son nada nuevos. Los ciudadanos de a pie saben que son muchas las amenazas que esperan un descuido para robar sus datos.
Lo que muchos no saben ya son una realidad otros términos como Spoofing, MitM o inyección SQL, nuevos tipos de ataque más sofisticados y eficaces, que complican el panorama de la defensa de día en día.
Porque a medida que la dependencia de la tecnología crece, las amenazas digitales se diversifican y se vuelven más sofisticadas. Ataques como el ransomware, las brechas de datos y los incidentes de phishing han dejado de ser excepcionales para convertirse en desafíos diarios.
En este contexto, la ciberresiliencia surge como un concepto clave: no se trata solo de prevenir ataques, sino de garantizar que las empresas puedan resistirlos, adaptarse y continuar operando incluso en medio de un incidente.
Durante el reciente webinar organizado por Semantic Systems, se abordaron las tendencias emergentes en ciberresiliencia para 2025, destacando estrategias, herramientas y el papel del liderazgo en la construcción de un entorno digital seguro y resiliente.
Este artículo explora las principales amenazas digitales que enfrentarán las organizaciones el próximo año y ofrece estrategias prácticas para que las empresas fortalezcan su ciberresiliencia. Desde planes de recuperación ante desastres hasta la creación de una cultura de ciberseguridad, analizamos cómo preparar a las organizaciones para un futuro cada vez más incierto.
¿Qué es la ciberresiliencia?
La ciberresiliencia se define como la capacidad de una organización para anticiparse, resistir, recuperarse y adaptarse ante incidentes de ciberseguridad.
A diferencia de las estrategias tradicionales de ciberseguridad, que se enfocan en prevenir ataques, la ciberresiliencia abarca un enfoque más amplio: no solo busca proteger los sistemas y datos, sino también garantizar que la empresa pueda operar y recuperarse rápidamente en caso de un incidente, y/o seguir operando en medio de una situación adversa hasta retornar a un 100% la normalidad.
Este concepto combina la prevención con la capacidad de respuesta. Por un lado, implica implementar medidas de seguridad robustas que minimicen las probabilidades de que un ataque tenga éxito.
Por otro, incluye la planificación de contingencias, de modo que la organización esté preparada para gestionar los efectos de un incidente sin comprometer sus operaciones críticas.
En esencia, la ciberresiliencia reconoce que no existe una defensa infalible, pero sí una capacidad para responder de manera eficiente ante cualquier eventualidad.
Tendencias en Disaster Recovery para 2025
Entre las tendencias que veremos este año en Disaster Recovery se destacaron en el webinar:
1. Creciente adopción de soluciones en la nube
La adopción de la nube como parte de las estrategias de recuperación de desastres (DR) ha cobrado un protagonismo significativo en los últimos años, y las tendencias para 2025 solo refuerzan esta trayectoria.
Durante el webinar, se destacaron las principales ventajas que ofrece la nube frente a soluciones tradicionales, posicionándola como un recurso clave para garantizar la continuidad operativa en escenarios críticos.
Escalabilidad para afrontar cualquier desastre
Uno de los mayores retos en la recuperación de desastres es no saber exactamente cuánto necesitarás cuando ocurra una emergencia. Con la nube, ese problema desaparece. Las empresas pueden acceder a recursos de computación y almacenamiento de forma instantánea, ampliando o reduciendo capacidades según la magnitud del incidente.
Menos costes, más preparación
La recuperación de desastres solía implicar mantener gran cantidad de servidores físicos inactivos, “por si acaso”. Incluso, se debe incurrir en instalaciones física (premises) también inactivas.
¿El problema? Ese “por si acaso” era caro. Con la nube, las empresas solo pagan por los recursos que usan, lo que hace que estar preparado para un desastre sea mucho más asequible.
Algo que es especialmente relevante para pequeñas y medianas empresas, que ahora pueden tener estrategias de DR sólidas sin arruinarse en el intento.
Redundancia geográfica: tu red de seguridad global
Imagina que ocurre un desastre en tu región: una inundación, un terremoto, un corte masivo de energía.
¿Qué pasa con tus datos? Si dependes de un centro de datos local, las consecuencias pueden ser devastadoras.
Aquí es donde la nube cambia el juego: permite que tus datos y sistemas críticos estén replicados en varias ubicaciones geográficas. Así, si una falla afecta a una región, otra puede tomar el relevo, asegurando que tus operaciones sigan funcionando.
Implementación rápida y sin complicaciones
Cuando se trata de desastres, el tiempo lo es todo. Configurar un sistema de recuperación en un centro de datos tradicional puede llevar semanas.
Por el contrario, la nube permite desplegar servicios en cuestión de horas o incluso minutos. Esto no solo acelera la respuesta , sino que también facilita ajustes rápidos si las necesidades cambian durante la recuperación.
DRaaS: recuperación de desastres como servicio
Por último, el modelo de Disaster Recovery as a Service (DRaaS) lleva las ventajas de la nube al siguiente nivel.
Este enfoque permite a las empresas replicar y alojar sus datos y aplicaciones críticas en la nube, gestionado todo por un proveedor especializado.
En caso de desastre, el DRaaS entra en acción, activando sistemas y datos en tiempo récord. Es una solución que combina agilidad, escalabilidad y asequibilidad, y está ganando terreno con rapidez, especialmente entre empresas que necesitan una estrategia robusta, pero no tienen grandes recursos internos.
2. Automatización e inteligencia artificial: el DR entra en modo piloto automático
La automatización y la inteligencia artificial están marcando un antes y un después en cómo las empresas enfrentan la recuperación de desastres. No hablamos del futuro: estas herramientas ya están transformando la manera en que nos preparamos para lo inesperado.
Respuestas predictivas: anticiparse al desastre
Uno de los mayores aportes de la IA al DR es la capacidad de anticipar fallos antes de que ocurran.
Gracias a algoritmos avanzados, las empresas pueden identificar patrones en el comportamiento de sus sistemas y predecir cuándo es probable que algo falle.
No es ciencia ficción: hablamos de diagnósticos basados en datos reales que permiten activar medidas preventivas en tiempo récord.
Por ejemplo, si un servidor muestra señales de sobrecarga, la IA puede recomendar ajustes antes de que colapse.
¿Lo mejor de todo? Estas predicciones no solo minimizan los daños, sino que también optimizan el uso de recursos.
Simulaciones realistas: la magia de los gemelos digitales
Otro gran impresionante es el uso de gemelos digitales: réplicas virtuales de sistemas y entornos que permiten simular desastres sin comprometer la operación real.
Estas simulaciones son cruciales para probar planes de recuperación de desastres en escenarios controlados.
¿Qué pasaría si toda tu red sufriera un ataque ransomware? Con un gemelo digital, es posible encontrar fallos en tu plan sin arriesgarse a perder datos reales.
Automatización de procesos: menos manos, más velocidad
En un desastre, cada minuto cuenta. Por eso, la automatización es un aliado invaluable. Desde la restauración de copias de respaldo hasta el failover automático (cambio de sistema principal al de respaldo en caso de falla), son soluciones que minimizan errores humanos y aceleran los tiempos de recuperación.
Por ejemplo, los sistemas de backup automatizado no solo realizan copias de seguridad periódicas, sino que también verifican su integridad para asegurarse de que sean útiles cuando las necesites.
Orquestación de recuperación: todo bajo control
Un área donde la automatización brilla es en la orquestación de recuperación. Esto significa que, en lugar de activar manualmente cada sistema o aplicación, la automatización se encarga de poner todo en marcha de manera secuencial y eficiente. Desde levantar servidores hasta restaurar datos críticos, el proceso se gestiona con precisión.
Además, esta capacidad no solo se limita a la recuperación. También incluye pruebas regulares para garantizar que los sistemas estén listos para cuando realmente los necesites.
IA y simulaciones avanzadas: un DR más inteligente
Por último, la IA no solo se limita a predicciones. También está permitiendo simulaciones avanzadas que analizan escenarios complejos y recomiendan estrategias óptimas de recuperación.
Por ejemplo, si un ciberataque afecta a tus sistemas críticos, la IA puede sugerir qué procesos recuperar primero para minimizar el impacto en el negocio.
Y no nos olvidemos de la mejora continua. Con cada incidente (o simulacro), la IA aprende y ajusta las estrategias, asegurando que tus planes de recuperación estén siempre un paso adelante de las amenazas.
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para las empresas en sectores críticos?»
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3. Cumplimiento normativo: la Directiva NIS2
La Directiva NIS2 de la Unión Europea es un recordatorio de que la recuperación de desastres no es solo una buena práctica, sino una obligación para muchas organizaciones. Esta directiva refuerza los requisitos de ciberseguridad y resiliencia para entidades esenciales e importantes asegurando con ello la prestación de sus servicios, haciendo especial énfasis en la planificación y respuesta ante desastres IT.
Gestión de riesgos: más que identificar amenazas
Uno de los pilares de la directiva es la necesidad de una gestión integral de riesgos. Esto implica no solo identificar los activos de información y su exposición al riesgo frente a amenazas potenciales, o fallos técnicos, sino también evaluar el impacto que tendría sobre la organización y tomar medidas proactivas de tratamiento y mitigación.
Notificación de incidentes
La directiva establece que cualquier incidente con impacto significativo en los servicios debe ser reportado a las autoridades competentes o al CSIRT (Equipo de Respuesta a Incidentes de Seguridad Informática).
Para las empresas, esto significa que los planes de recuperación de desastres deben incluir procedimientos claros y rápidos para que, una vez detectado el incidente que ha disparado el plan, el mismo sea categorizado y de ser necesario comunicado/escalado a las autoridades y con ello, actuar para evitar la propagación de la incidencia.
Evaluación y mejora continua
La NIS2 no deja espacio para la complacencia. Requiere que las empresas evalúen regularmente la eficacia de sus planes de recuperación y ajusten las medidas según las necesidades cambiantes. Esto incluye documentación y pruebas periódicas para asegurar que los planes funcionan, así como revisión y actualización de políticas para reflejar avances tecnológicos, cambios y los correspondientes nuevos riesgos.
Cooperación y coordinación
Otro aspecto clave de la directiva es fomentar la colaboración entre entidades, autoridades nacionales y Estados Miembros de la UE, lo que incluye:
- Participar en ejercicios conjuntos para mejorar la preparación.
- Establecer canales de comunicación efectivos entre autoridades, equipos internos, proveedores y organismos externos.
Recuperación de desastres como una obligación legal
La NIS2 la cual será transpuesta a Real Decreto Ley, eleva la importancia de la recuperación de desastres al ámbito de la responsabilidad legal.
Tener un plan robusto ya no es opcional para muchas organizaciones, especialmente aquellas en sectores críticos como la energía, la salud o las finanzas.
Ahora, el DR debe ser parte integral de la estrategia de ciberseguridad, no solo una medida reactiva.
Recuperación como Servicio (DRaaS): la evolución definitiva del Disaster Recovery
Si la nube ya está revolucionando la recuperación de desastres, el modelo Disaster Recovery as a Service (DRaaS) lleva esta transformación al siguiente nivel.
Esta solución se ha convertido en una opción cada vez más popular, especialmente para empresas que buscan combinar resiliencia, escalabilidad y simplicidad.
¿Qué es DRaaS?
El DRaaS no es solo un servicio de respaldo. Se trata de una solución completa que gestionada por un proveedor especializado, permite a las empresas continuar prestando sus servicios, replicar alojar sus datos y aplicaciones críticas en la nube.
En caso de un desastre, el DRaaS garantiza que las operaciones puedan reanudarse rápidamente con una mínima interrupción.
Entre los principales beneficios de DRaaS destacan:
Reducción de costes: adiós a las inversiones masivas en infraestructura física. Con DRaaS, las empresas solo pagan por el servicio que utilizan.
Escalabilidad ágil: a medida que las necesidades cambian, el servicio puede ajustarse rápidamente para manejar volúmenes mayores o menores de datos y aplicaciones.
Mayor resiliencia: DRaaS garantiza una recuperación rápida y eficiente frente a cualquier desastre, desde ciberataques, fallos de hardware o la materialización de un amenaza medioambiental.
Integración con la nube: muchas soluciones DRaaS están diseñadas para trabajar sin problemas en entornos de nube híbrida, aprovechando lo mejor de los servicios públicos y privados.
DRaaS para empresas de todos los tamaños
Una de las grandes ventajas del DRaaS es su accesibilidad. Las pequeñas y medianas empresas, que antes no podían permitirse estrategias de DR avanzadas, ahora tienen acceso a soluciones de nivel empresarial.
Supone una gran democratización, permitiendo que empresas de cualquier tamaño protejan sus operaciones críticas sin necesidad de contar con grandes equipos de IT.
Servicios de DRaaS de Semantic Systems
Aquí es donde entra Semantic Systems como un socio estratégico para las organizaciones que quieren fortalecer su ciberresiliencia.
Entre las soluciones que Semantic ofrece destacan:
- Evaluación de riesgos: identifica vulnerabilidades y amenazas específicas de tus activos de información e infraestructura IT.
- Diseño de estrategias personalizadas: crean planes de respuesta a incidentes y de recuperación adaptados a las necesidades de cada cliente.
- Implementación y pruebas: aseguran que las soluciones de DR sean efectivas a través de simulacros y evaluaciones regulares.
- Monitorización continua: detectan anomalías en tiempo real, asegurando que el sistema esté siempre listo para activarse cuando sea necesario.
¿Listo para llevar tu estrategia de recuperación de desastres al siguiente nivel? Las soluciones de DRaaS de Semantic Systems combinan tecnología de vanguardia, experiencia comprobada y un enfoque personalizado para garantizar que tu negocio no solo sobreviva a cualquier incidente, sino que salga fortalecido.
Para más información sobre cómo Semantic Systems puede ayudarte a implementar una estrategia de DRaaS a medida, no dudes en contactarnos.