Vivimos un momento apasionante. La revolución tecnológica en las empresas está cambiando los procesos y la forma de trabajar.
En el mundo de la informática, la demanda de servicios tradicionales ha disminuido a la vez que aumenta la necesidad de aplicaciones que aporten valor, que incentiven las ventas, que permitan integrar software en los productos, y operar con más eficiencia. La nube está alterándolo todo, y los ritmos son muy rápidos.
En la Industria 4.0 conviven tecnologías como Cloud Computing, automatización de procesos, comunicaciones y ciberseguridad, IoT, etc. Se trata de tecnologías que requieren de conocimiento y experiencia específicos.
En este contexto, las empresas necesitan contar con el personal capaz de afrontar estos nuevos retos, de alcanzar los nuevos retos y objetivos que plantea la digitalización. Tal y como indican los resultados de GAIA, la falta de personal está restando capacidad de crecimiento comercial y de desarrollo de proyectos de I+D. En este sentido, y según recoge el informe de los perfiles profesionales más buscados de Adecco 2019: “el talento se ha convertido en la clave principal de la competitividad de las empresas”.
En el mundo de la tecnología el talento es el motor de la actividad empresarial, su valor principal. El talento es fundamental para lograr resolver problemas complejos. Las empresas tecnológicas necesitan en su plantilla personas con capacidad de dar con las claves, profesionales de la ingeniería formados, motivados y con experiencia. Es vital atraer, y recuperar el talento que durante la crisis hemos perdido.
Hay que trabajar, además, de forma coordinada con los centros de formación, junto a las universidades para que sean conscientes de la realidad de las necesidades de las empresas tecnológicas y el mercado pueda nutrirse de las universidades. El sector se ha enfrentado, en los últimos años, a un intenso proceso de adaptación de sus soluciones a la nueva demanda generada por la digitalización de las empresas. En este contexto, los profesionales que trabajan en el sector deben esforzarse en un aprendizaje continuo, y las empresas, debemos ser lo suficientemente atractivas para que esos talentos quieran venir a trabajar con nosotros, a desarrollarse en nuestras empresas.
Porque sin este talento, no conseguiremos que nuestras soluciones sigan creciendo y mejorando, y no podremos contribuir a que las empresas, y la industria sea cada vez más competitiva.
El desarrollo de nuestra sociedad y la competitividad de nuestras empresas están en juego, se trata de crear empresas con talento.
Santiago Alfaro, Director General Semantic Systems