En el mundo de la tecnología lo que mayor valor aporta es el talento

El Director General de Semantic Systems, Santiago Alfaro, reflexiona sobre la evolución del sector y sus oportunidades.

 

¿Desde su punto de vista, cuáles son las claves que están marcando el negocio informático en la actualidad y de cara al futuro?

 

Las empresas industriales se están centrando en su negocio y están externalizando servicios TI genéricos a proveedores especializados por conocimiento y economía de escala. Además, cada vez el mercado es más consciente de que el problema de negocio clave de una empresa no se resuelve solo implantando una herramienta software sin más; se hace preciso combinar a la perfección la digitalización del producto y del proceso específico con los necesarios sistemas de gestión de propósito más general. Las empresas ya no quieren proyectos grandes en plazo y coste con muchos consultores, lo que plantean es digitalizar su producto, proceso o servicio de forma sencilla y escalable, dando pasos pequeños y firmes; pero perfectamente alineados con la estrategia de negocio.

 

En una siguiente fase, implantados los sistemas y digitalizada la cadena de valor; hay una demanda muy clara en el mercado para analizar lo que de verdad está ocurriendo, ya sea visualizando la información para que sea una persona la que extraiga conclusiones o utilizando algoritmos estadísticos o de aprendizaje automático para que sea un software el que descubra relaciones ocultas o nos dé claves extrayendo patrones de comportamiento.

 

¿Se puede decir que la crisis de demanda se ha cerrado? ¿Qué expectativas de crecimiento se prevén para este año 2019?

 

La demanda se está especializando, está cambiando. La demanda de servicios informáticos tradicionales ha disminuido, pero está aumentando la necesidad de aplicaciones que aportan valor, que incentivan las ventas, que permiten integrar software en los productos y operar con más eficiencia. La nube está cambiándolo todo y los ritmos son muy rápidos, lo que hoy es novedad en poco tiempo se estandariza. Nosotros prevemos un 2019 parecido al 2018.

 

Hace unos meses, en la presentación de resultados de GAIA, se indicó que la falta de personal está restando capacidad de crecimiento comercial y de desarrollo de proyectos de I+D. ¿Percibe esta situación como un riesgo real? ¿Qué soluciones se pueden adoptar?

 

En el mundo de la tecnología lo que mayor valor aporta es el talento. Talento para ser capaces de resolver problemas complejos. El hecho de contratar a más personal no tiene como consecuencia directa alcanzar los retos de una empresa. Es fundamental que esas personas que se incorporan a la plantilla tengan la capacidad de dar con las claves para resolver los problemas. Necesitamos ingenieros formados, motivados y con experiencia. Hay que atraer, y recuperar talento que durante la crisis hemos perdido.

 

El sector en los últimos años se ha enfrentado a un intenso proceso de adaptación de sus soluciones a la nueva demanda generada por la digitalización de las empresas. ¿Cree que se ha evolucionado al ritmo adecuado y que las empresas industriales están avanzando de forma sólida tanto en la adaptación de sus procesos como de sus productos? ¿Cree que se ha abierto una puerta a una colaboración más intensa entre empresas fabricantes de bienes de equipos y empresas de software?

 

Donde más están trabajando las empresas es en la digitalización de las operaciones en los procesos industriales.

 

Si bien, han tomado ya conciencia de que hay que digitalizar tres áreas clave: la forma de interactuar con los clientes, los propios productos o servicios y los sistemas de producción y máquinas en las plantas de producción. Sería importante potenciar la colaboración entre los perfiles industriales y los perfiles de software. Los sistemas del futuro los diseñarán equipos formados por matemáticos, ingenieros e informáticos. Deben aprender a trabajar de forma perfectamente orquestada.

 

Se insiste en la necesidad de extender la ciberseguridad para consolidar el nuevo paradigma de la industria conectada y
digital. ¿Cree que este factor sigue siendo una debilidad? ¿En qué factores deben incidir las empresas para poder avanzar en la implantación de herramientas de ciberseguridad?

 

Nosotros pensamos que la ciberseguridad es clave; pero no como ente separado y resuelto únicamente por herramientas externas que se encargan de las auditorias. La seguridad debe integrarse e imbricarse en todos los procesos del ciclo de vida del software desde su concepción y diseño hasta la operación en cualquier dispositivo. Por supuesto, integrando la formación y participación de todas las personas que participan en todos los procesos digitalizados de una empresa. Las aplicaciones tienen que cubrir los requisitos de seguridad por principio, y desde su origen, no esperar a que alguien encuentre una brecha en el sistema para luego corregirla. La calidad, la experiencia de uso, el rendimiento, la escalabilidad y la seguridad deben ir perfectamente sincronizadas.

 

¿Por último, hacia qué aspectos del negocio están orientando su actividad innovadora?

 

Hemos creado una plataforma software y un lenguaje para digitalizar la cadena de valor clave de una empresa; desde la relación con el cliente, los sistemas de gestión y hasta la conexión con las máquinas. Por supuesto, integrando aquellos componentes que ya funcionan y no hay por qué cambiar. Nuestra estrategia no es demoler el edificio para tener que construir uno nuevo que supuestamente lo resuelve todo. Nuestras herramientas intentan imitar a la selección natural. Con nuestra plataforma software es la propia empresa la que gestiona dicho conocimiento y además es capaz de adaptarlo a su realidad en tiempo real. Todo ello lo ofrecemos al mercado en forma de servicios gestionados de sistemas que integran todos los componentes cloud, las telecomunicaciones y la infraestructura local.

 

Hay dos actividades innovadoras fundamentales: industrializar todo este proceso para hacerlo de la forma más sencilla, segura y escalable posible y por otro lado, ser capaces de “aprender” los modelos y las reglas de forma automática partiendo de los datos y transacciones de nuestros clientes. Fundamentalmente, estableciendo las matemáticas necesarias para que desde la realidad se generen los modelo más fiables y exactos posibles.